sábado, 14 de febrero de 2009

HISTORIA DE JUVENTUD ANTONIANA



Salta estaba en todos los labios y su presencia, en la base humana de los inmigrantes italianos que empezaban a poblar su territorio. Posiblemente otros pueblos brinden riquezas materiales pero la Italia de Ariosto, Virgilio, Leonardo y Dante, además de su trinidenario acervo cultural, da a un lo más notable: ¡hijos!.
Y entre ellos, a los Franciscanos que sembraron la Republica con el inagotable fluir de su genio. Y es así, que mientras crecía el cargo de guardián del Convento San Francisco el Padre Enrique Giaggini, solicitaron por su intermedio al entonces Obispo Gregorio Romero, permiso para fundar un centro destinado a “Alejar a los Jóvenes de los dos sexos, del contagio de los malos hábitos y encausarlos en el camino de las buenas costumbres”.
La venia le fue concedida el 29 de Noviembre de 1915. 7 días mas tarde, el 5 de Diciembre, vía Merulana 124, llego desde Roma, el acta de fundación del Centro Juventud Antoniana que al decir de un comentarista, “Hallase emparentada con Cicerón y Julio Cesar ya que esta redactada en latín clásico y con fuerza de obligación”.
Y con tal motivo, la primera reunión se realizó el 12 de Enero de 1916, presidida por el Ing. Alfonso Peralta, a quien secundaba un grupo de jóvenes deportistas.
Elegido el nombre que a través del tiempo y la distancia se confundió bajo el único rotulo de “CENTRO JUVENTUD ANTONIANA”, sus dirigentes se dedicaron a la tarea de vestir al recién nacido. Y fueron ellos los miembros de la subcomisión de fútbol, quienes con el mínimo aporte de la directiva, costearon la primera vestimenta, con excepción de las corbatas donadas por tienda “Dell”.
Enseguida se impuso la búsqueda de la identificación domiciliaria. Desde el solar que ocupa el Colegio Nacional de Salta (Juramento 250) pasando por el primer intento del estadio propio, nacido en Abril de 1921, cuando la municipalidad anuncio “que piensa crear canchas para el deporte sobre la Avenida San Martín” y, luego, en 1922, por el predio que el asilo León XIII cediera a los “Santos” hasta el 1928 en que consiguió finalmente, a elevado precio el actual terreno, una especie de “Desecho atravesado por una acequia”, donde inauguro su modesto estadio llamado “Basílica Mayor”, que ampara desde entonces la pasión, el éxtasis y la depresión de una hinchada que no se entrega y que muchas veces se resiste a aceptar la pobreza de su equipo.
En 1928, obtuvo el primer galardón consagrándose campeón del Torneo Anual de la Liga Salteña de Fútbol al igual que los años 1929, 30, 31, 33, 34, 35, 38, 53, 57, 67, 70, 72, 74, 75, 88, 91, 93, 95 y 1997 posee un total de 20 estrellas.
La mejor serie de títulos fue ne 1928 a 1935 ya que de 8 disputas obtuvo 7. La pero de 1938 a 1953 que no gano ninguno. En la década del 60’, coquisto uno en 1967. a pesar de ello, no cuesta mucho citar a quienes escribieron con sus botines los capítulos brillantes de esta historia futbolística: Celecio Valle, Arturo Wierna, Luis y José Pacheco, Silvano Chavez Castellanos, Jose Lazarte, Pablo de las Mercedes Cárdenas, José A. Luñiz, Juan C. Rico, José Duran, José R. Cattaneo, Juan Manuel Juárez, Julio de la Cuesta, Roberto Romero, Miguel Soto, Matías Regis, José Evaristo Contreras, José Villena, Ricardo Adet, Eduardo Ulessa, Vicente Arancibia, Agustín Sánchez, Ramón P. Martiarena, Carlos Oscardi, Marcos, Oscar Miranda, Héctor Ruiz, J. Arcelan, José A. Ferreyra y tantos otros.
Desde ahí comienza a latir una de las pasiones futboleras más grandes de toda la Argentina. Así nace el sentimiento Antoniano, grabado en los corazones Salteños ávidos de emoción y fervor.

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